domingo, 21 de septiembre de 2008
(¯`•.•´¯) ღ*♥ ROMANOS 13, 8-14 ♥*ღ (¯`•.•´¯)
El amor:
No le deban nada a nadie.
La única deuda que deben tener es la de amarse unos a otros.
El que ama a los demás ya ha cumplido con todo lo que la ley exige.
En la ley hay mandatos como estos: "No sean infieles en el matrimonio. No maten. No roben. No se mueran de ganas por tener lo que otros tienen".
Estos mandamientos, y todos los demás, pueden resumirse en uno solo: "Amen a los demás así como se aman a ustedes mismos".
El amor no causa daño a nadie.
Cuando amamos a los demás, estamos cumpliendo toda la ley.
El regreso de Cristo:
Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten!
Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.
¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz.
Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del día.
No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que Jesucristo nos proteja.
No le deban nada a nadie.
La única deuda que deben tener es la de amarse unos a otros.
El que ama a los demás ya ha cumplido con todo lo que la ley exige.
En la ley hay mandatos como estos: "No sean infieles en el matrimonio. No maten. No roben. No se mueran de ganas por tener lo que otros tienen".
Estos mandamientos, y todos los demás, pueden resumirse en uno solo: "Amen a los demás así como se aman a ustedes mismos".
El amor no causa daño a nadie.
Cuando amamos a los demás, estamos cumpliendo toda la ley.
El regreso de Cristo:
Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten!
Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.
¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz.
Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del día.
No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que Jesucristo nos proteja.
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