domingo, 21 de septiembre de 2008
ღ*♥ NO TENGAN FAVORITOS ♥*ღ (¯`•.•´¯)
Hermanos míos, ustedes que han confiado en nuestro poderoso Señor Jesucristo, no deben tratar a unas personas mejor que a otras. Imagínense que un rico, vestido con ropa cara y con un anillo de oro, entra en donde ustedes se reúnen, y que al mismo tiempo entra un pobre vestido con ropa muy gastada. Si ustedes atienden mejor al rico y le dicen: "Ven, siéntate en el mejor lugar", pero al pobre le dicen: "Quédate allí de pie", o "Siéntate en el suelo", serán como los malos jueces que favorecen a unos más que otros.
Escúchenme bien, hermanos queridos: Dios eligió a la gente pobre de este mundo para que la confianza en Dios sea su verdadera riqueza, y para que reciban el reino que él ha prometido a los que le aman. ¡Cómo se atreven ustedes a maltratar y despreciar a los pobres! ¿Acaso no son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los meten en la cárcel? ¿Acaso no son los ricos los que insultan a nuestro Señor?
Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, harán muy bien. Ese mandamiento dice que debemos amar a los demás, tanto como nos amamos a nosotros mismos. Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
Si ustedes obedecen todas las leyes menos una de ellas, es lo mismo que si desobedecieran todas. Porque el mismo Dios que dijo: "No seas infiel en el matrimonio", también dijo: "No matarás". Por eso, si eres fiel en el matrimonio, pero matas, eres culpable de haber desobedecido la ley de Dios.
En el día del juicio, Dios nos juzgará de acuerdo con la ley que nos libera del pecado. Por eso, debemos tener mucho cuidado en todo lo que hacemos y decimos. Porque Dios no tendrá compasión de quienes no se compadecieron de otros. Pero los que tuvieron compasión de otros, saldrán bien del juicio. SANTIAGO 2, 1-12
Escúchenme bien, hermanos queridos: Dios eligió a la gente pobre de este mundo para que la confianza en Dios sea su verdadera riqueza, y para que reciban el reino que él ha prometido a los que le aman. ¡Cómo se atreven ustedes a maltratar y despreciar a los pobres! ¿Acaso no son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los meten en la cárcel? ¿Acaso no son los ricos los que insultan a nuestro Señor?
Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, harán muy bien. Ese mandamiento dice que debemos amar a los demás, tanto como nos amamos a nosotros mismos. Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
Si ustedes obedecen todas las leyes menos una de ellas, es lo mismo que si desobedecieran todas. Porque el mismo Dios que dijo: "No seas infiel en el matrimonio", también dijo: "No matarás". Por eso, si eres fiel en el matrimonio, pero matas, eres culpable de haber desobedecido la ley de Dios.
En el día del juicio, Dios nos juzgará de acuerdo con la ley que nos libera del pecado. Por eso, debemos tener mucho cuidado en todo lo que hacemos y decimos. Porque Dios no tendrá compasión de quienes no se compadecieron de otros. Pero los que tuvieron compasión de otros, saldrán bien del juicio. SANTIAGO 2, 1-12
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